Las herramientas eléctricas a carbones, como amoladoras, taladros, rotomartillos o sierras, son fundamentales tanto en tareas domésticas como profesionales. Son confiables, potentes y relativamente económicas. Sin embargo, requieren mantenimiento periódico, especialmente en los carbones o escobillas, para conservar su rendimiento y prolongar su vida útil.

En este blog te explicamos paso a paso cómo hacer un mantenimiento correcto y seguro de este tipo de máquinas.

1. ¿Qué son los carbones y por qué son importantes?

Los carbones (también llamados escobillas de carbón) son piezas que transmiten electricidad al motor de la herramienta mediante el rozamiento con el colector o conmutador. Con el uso, se van desgastando, lo que puede generar chispas excesivas, pérdida de potencia, sobrecalentamiento o incluso el fallo total del motor.

Detectar a tiempo su desgaste es clave para evitar daños mayores.

2. Señales de desgaste o fallas

Prestá atención a estos síntomas comunes:

  • Chispas anormales o excesivas en la ventilación
  • Olor a quemado o ruido inusual
  • Pérdida de fuerza o funcionamiento intermitente
  • Motor que no enciende aunque llegue corriente
  • Carbones por debajo del largo mínimo recomendado

Si notás alguno de estos signos, es hora de revisar y posiblemente reemplazar los carbones.

3. Pasos básicos de mantenimiento

Paso 1: Desconectá la máquina

Antes de hacer cualquier revisión, asegurate de que la herramienta esté desenchufada o sin batería, para evitar accidentes.

Paso 2: Limpieza exterior

Usá un pincel seco o un paño para remover el polvo acumulado en las rejillas de ventilación, carcasa y zonas accesibles.

Paso 3: Acceso a los carbones

La mayoría de las herramientas tiene tapitas o tornillos laterales que permiten acceder a los carbones. Una vez abierto, retiralos con cuidado.

Paso 4: Revisión de los carbones

Si los carbones están:

  • Muy cortos (menos de 1 cm)
  • Desgastados de forma irregular
  • Quebrados o duros
  • Con exceso de hollín

…es recomendable reemplazarlos por un par nuevo y original o de buena calidad.

Paso 5: Limpieza del porta-carbón

Con un pincel pequeño, limpiá el porta-carbón y la zona del colector. Si hay mucho residuo negro, podés usar alcohol isopropílico y un hisopo.

Paso 6: Reemplazo de carbones

Colocá los nuevos carbones con suavidad, asegurate de que hagan buen contacto y no queden trabados. Volvé a colocar las tapas o sujetadores.

4. Lubricación y chequeo general

Aprovechá el mantenimiento para:

  • Lubricar (si corresponde) engranajes internos con grasa adecuada
  • Verificar estado del cable, ficha, interruptor y escobillas
  • Limpiar el ventilador y entradas de aire

5. Prueba final

Encendé la herramienta durante unos segundos. Es normal que haga algo de chispa en los primeros usos con carbones nuevos, hasta que se asienten. Si el motor gira parejo y sin ruidos extraños, ¡está lista para volver al trabajo!

6. ¿Cada cuánto hacer mantenimiento?

Dependerá del uso, pero como referencia general:

  • Uso ocasional: cada 6-12 meses
  • Uso profesional: cada 1-2 meses
  • Siempre que notes pérdida de potencia, ruido o calor inusual

Conclusión: pequeñas tareas que evitan grandes problemas

El mantenimiento preventivo de tus herramientas eléctricas a carbones es simple, económico y clave para evitar fallas mayores o accidentes. No esperes a que se rompa: con unos minutos de revisión cada tanto, ganás en seguridad, rendimiento y durabilidad.

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